“La biodescodificación es una disciplina orientada a estudiar la relación cuerpo-mente, y con ello las emociones, creencias y programas inconscientes que la influyen. A través de su propia desprogramación biológica la persona es capaz de reconocer sus propias heridas emocionales -asumidas o no- y a partir de ello comenzar a sanarlas en pos del propio bienestar psicofísico.”
En el marco del COACHING NEUROBIOLÓGICO, la biodescodificación se entiende como una metodología holística, superadora e integradora, que permite comprender la interrelación entre unas emociones inconscientes tóxicas provocadas por vivencias traumáticas para la persona y su manifestación sobre su estado de bienestar a través de distintos síntomas o dolencias orgánicas y mentales (fenómenos psicosomáticos).
Dicho desajuste orgánico, mental o conductual no es más que un forma de adaptación biológica inconscientes que incluso puede transmitirse de generación en generación según se explica desde la psicognealogía y la epigenética. Según la Declaración de Alma-Ata (1978) y la Carta de Otawa (1986) “La salud es un estado completo de bienestar físico, mental y social, y no solamente la ausencia de afecciones o enfermedades.”
La biodescodificación como metodología terapéutica busca potenciar la armonía de la persona con su propio “ser” y con su contexto familiar y social con el fin último conseguir calidad de vida; entendida esta tal como la define la Organización Mundial de la Salud.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) dice que “...la calidad de vida es la percepción que un individuo tiene de su lugar en la existencia, en el contexto de la cultura y del sistema de valores en los que vive y en relación con sus objetivos, sus expectativas, sus normas y sus inquietudes. Se trata de un concepto muy amplio que está influido de modo complejo por la salud física del sujeto, su estado psicológico, su nivel de independencia, sus relaciones sociales, así como su relación con los elementos esenciales de su entorno".
La biodescodificación asume que nuestra forma de relacionarnos con todo lo que nos rodea es influida por vivencias pasadas que marcaron nuestras emociones tanto en forma negativa como positiva, lo legado por nuestros progenitores al momento de ser concebidos y las historias familiares transmitidas a través de sucesivas generaciones y - consciente e inconscientemente- portadoras de una cierta ideología, cultura y sentido político y religioso, etc., que en definitiva constituyen nuestras creencias y valores.
Escalar en busca de la emoción oculta.
Todos sabemos por propia experiencia que un pensamiento, un sentimiento y su emoción se reflejan en el cuerpo fácilmente en determinadas situaciones.
La clave es detectar cada emoción oculta y necesidad biológica no satisfecha del sujeto y para lograrlo se detiene en unos “escalones” que acá sintetizamos así:
Situación: entendida como el cúmulo de factores que afectan a la persona en un momento dado.
Pensamiento: son ideas, juicios, opiniones, valores, recuerdos y creencias en movimiento, relacionándose entre sí. Es el sistema guía que da dirección a nuestras emociones.
Sentimiento: estado de ánimo o disposición emocional hacia una cosa, un hecho o una persona.
Emoción: Las emociones son reacciones psicofisiológicas que representan modos de adaptación del individuo cuando percibe un objeto, persona, lugar, suceso o recuerdo importante.
Sensación Física: Es lo que se siente en el cuerpo. Las sensaciones físicas influyen en las emociones y las emociones influyen en cómo nos sentimos físicamente.
Esta “escalada” al inconsciente permite identificar esa emoción que se mantiene oculta o reprimida.
Una emoción oculta es la huella de una función biológica inconsciente, no satisfecha, no expresada, que se manifiesta en el cuerpo.
El biodecodificador luego de asegurarse la participación activa y responsable del individuo, lo acompaña a través de sus recuerdos y memorias acumuladas y reprimidas, para encontrar la emoción oculta en el inconsciente que está afectando nuestro bienestar psicofísico.
Identificar las emociones ocultas implica ser consciente de lo que estamos sintiendo.
La descodificación biológica propicia que la persona pueda auto percibirse como un ser biológico e interpretar su entorno como ser biopsicosocial, al encontrar ese sentido biológico estará en condiciones de recuperar su consciencia biológica; al encontrar esa consciencia biológica estará preparado para, por sí mismo, descubrir cuáles son los cambios y transformaciones que deberá afrontar para mejorar su bienestar psicofísico y de qué recursos se valdrá para acercarse a una calidad de vida superadora.
El objetivo final de quienes enseñan biodescodificación o son biodescoficadores es lograr que ésta se transforme en una experiencia de vida para la persona, una nueva forma de manejar las propias emociones y vivir las experiencias de una forma más racional, logrando que su biología sufra mucho menos y los síntomas pueden expresarse con menor gravedad.
Si logras incorporar la bioneuroemoción a tu vida no sólo estarás contribuyendo a potenciar el tratamiento actual de enfermedades sino será un factor importantísimo de prevención de enfermedades de origen psicosomático, que son las más comunes.
La descodificación biológica es un acompañamiento emocional complementario, no sustitutivo de ningún otro tratamiento médico, que el cliente escoge libremente para su bienestar emocional.
Debe aclararse que objetivo de este blog no es dar consejos médicos, tampoco recomienda finalizar ningún tratamiento indicado por los profesionales médicos actuantes.
Los límites de la biodescodificación.
¡Así como te decimos una cosa... te decimos la otra! Es importante no caer en fanatismos.
Darnos cuenta que, si bien la biodescodificación es un gran avance en la comprensión y sanación de las personas, no es magia… Y, muchas veces, tampoco es suficiente.
En muchos casos funciona como un excelente complemento de otros tratamientos más tradicionales, que no se aconseja abandonar solo por estar practicando biodescodificación.
Pero hay personas que, por intereses propios, promulgan que biodescodificación cura todas las enfermedades, siempre. Y esto es una fantasía.
Los propios límites de la biodescodificación nos indican que debemos ser cuidadosos con el manejo de la información cuando implica un tema tan delicado como la salud física, mental y emocional de las personas. La biodescodificación es una herramienta más para alcanzar plenitud y bienestar. Una más entre las muchas que existen.
Si el síntoma físico es funcional, es muy probable que a través de la biodescodificación ese síntoma sane o, por lo menos, mejore.
En cambio, si el síntoma físico es estructural, seguramente no habrá cambios en el mismo por más terapias que hagamos.
Pongamos dos ejemplos que serán muy fáciles de entender.
Supongamos que una persona tuvo una grave inflamación o infección de la vesícula y, a través de una cirugía se extirpó este órgano. De acuerdo con la Universidad de San Francisco, en California, la cirugía para extirpar la vesícula biliar es una de las más comúnmente realizadas.
Pasado uno meses esta persona recurre a un tratamiento de Biodescodificación: Los problemas de vesículas surgen por conflictos de ira reprimida, injusticia, celos, rencor sostenido, etc.
A través de la biodescodificación estos conflictos inconscientes (que provocaron el daño vesicular) son sanados. Eso no significa que la vesícula volverá a crecer!!! Es un ejemplo obvio… pero muchas veces no tenido en cuenta por quienes proponen a la biodescodificación como una cura milagrosa de todos los males.
Por supuesto, vale también aclarar que sanando estos conflictos ocultos se va a prevenir futuros síntomas o malestares que estén asociados a los mismos.
Nuestro segundo ejemplo tiene que ver con uno de los males más comunes en nuestro tiempo: la obesidad. El exceso de peso puede estar asociado a una gran variedad de conflictos inconscientes.
Para simplificar tomaremos uno de ellos: un conflicto de protección sexual. Entonces, la persona con sobrepeso va a su terapia de biodescodificación, se descubre y se sana este conflicto. Esto no significa que a los pocos días tendrá un índice de masa corporal de 25. Ni que para bajar de peso no deba cuidar su alimentación o evitar el sedentarismo. Esto también es obvio… para algunas personas, pero no tan obvio para otras.
Por último, algunos promotores de la biodescodificación sostienen que solo con tomar conciencia del conflicto, la enfermedad se cura. Si bien esto puede ser cierto en algunos casos, para la mayoría de las veces es una falsedad.
Tomar conciencia del conflicto es fundamental, es abrir la puerta para la sanación del mismo.
Pero en general, no es suficiente. O sea, es necesario, pero no suficiente. Aún se requiere cruzar esa puerta abierta y recorrer el camino para lograr la salud integral. Y, para esto, se requieren técnicas y herramientas de disciplinas afines a la biodescodificación, pero no incluidas en ésta.
Pongamos, nuevamente, un ejemplo sencillo de esto. Una persona con faringitis descubre, a través de la Biodescodificación, que su síntoma está relacionado con un conflicto de ataque y defensa en la comunicación con su padre. No puede hablar ni expresarse correctamente. Toma conciencia de este conflicto y la situación que lo generó. Tal vez esto podría aliviar su faringitis pero, aún así, requiere que aprenda a comunicarse de una manera efectiva, empática, asertiva, firme pero no agresiva.
Para alcanzar el bienestar total, es preciso aplicar con constancia las técnicas de la biodescodificación, pero también recurrir a disciplinas afines y a la medicina tradicional para mantener un enfoque integral en el cuidado de la salud.
¡Te invitamos a seguir leyendo para seguir descubriendo como la biodescodificación puede ayudarte a lograr mayor bienestar psicofísico y calidad de vida!